sábado, 29 de septiembre de 2012

Contraponiendo Muestras.


Existen siempre diferencias entre generaciones y uno siempre espera que sean superadoras. Ocurre que en nuestro maravilloso y fértil país esto muchas veces ocurrió por la negativa.

Luego de la  última dictadura (76-83) la chatura intelectual fue superándose, el desinterés fue aumentando junto con la apatía, el individualismo, el egoísmo, todo esto de la mano del pensamiento imperial que se ha filtrado en las venas de la sociedad hasta envilecer la visión y el pensamiento de muchos.

Años después me encuentro con un movimiento de estudiantes secundarios que es superador por el lado positivo. Encontramos chicos de 16 que no le temen ni al debate ni a la lucha, muchachos y muchachas para los que la militancia no es mala palabra y la política no es Cuco.

Encontramos una generación para la cual la lucha es un camino posible, y en el que la participación plena es clave. Claro está, no es el 100% y eso también está bien.

Encontrarme con este florecimiento de la militancia juvenil, no desde el mero capricho o desde la pura inconformidad sino planteada con argumentos sólidos y en muchos casos desde una solidaridad concreta (uno de los puntos clave de las tomas  es la negativa de los alumnos frente al cierre de los nocturnos para que pasen a ser vespertinos, lo que implica que los trabajadores no puedan asistir a clases) me llena de alegría, pero también me permite ver el vacío en la argumentación intelectual y política de los hijos de la elite.

Cacerolazos y operetas a un lado, analicemos… si vas a una universidad que te cuesta casi medio millón de dólares por año a estudiar y tu decano debe explicarte como se hace una pregunta, o estás pagando por algo que no lo vale o tu formación anterior deja mucho que desear (sabemos que ninguno de ellos pisó nunca una escuela pública).

Si frente a un presidente, un alumno de la Escuela de Gobierno más cara del mundo, tiembla y tartamudea al preguntar y pregunta una sandez, entonces es un problema.

Si para realizar una pregunta, necesito que me la escriban en un papel y encima, en el Aula Magna de lo que se considera la Universidad más prestigiosa del mundo, me trabo al leerlo, entonces los años anteriores de estudio no me sirvieron de nada.

No es que no esté permitido a una persona estar nerviosa, es que el código gestual y corporal denotaba la inseguridad frente a una pregunta pobremente formulada, el rictus demostraba que lo que se buscaba era que la interlocutora trastabille, pero muchachos, siento anunciarles que no tienen práctica en la chicana brillante, el sarcasmo no les sale bien, será por la comodidad de haber recibido los conceptos ya digeridos, será por no haberse puesto en duda a ustedes mismos, será que nunca se han probado en el terreno de la pura discusión ideológica… ¡ah cierto, ustedes pertenecen a ese arco que se asusta cuando lee la palabra ideología y encima la confunden con partidismo, igual que al término política!

Quizá lo que digo se lea sobrador, pero convengamos que da para eso y más.

Hace muchos años, Malcom X, al que estos chicos no leerían principalmente porque era negro, hablaba del negro de la Hacienda y del de la plantación. El negro esclavo de la plantación cada tanto hacía intentos por revelarse o escapar con los suyos, no traicionaba a sus hermanos y hasta era capaz de dar la vida por los por ellos, en cambio el de la ascienda estaba agradecido de recibir las ropas que el amo tiraba, comía los restos de su comida, delataba a los suyos, carecía de conciencia de clase y de sentido comunitario de la pertenencia. El negro de la ascienda, como lo llama Malcom X, es el que dice “como amanecimos hoy, amo”, ese es el que ordena los azotes de sus hermanos, porque se considera una extensión del amo, se considera parte del poder económico sangriento que lo esclavizó.

Entre la figura que presenta Malcom y la oligarquía americana (cuando digo americana hablo desde el extremo norte hasta el extremo sur) hay más similitudes que diferencias.

A nuestra Abya Yala la invadieron los segundones (los segundos hijos no heredaban las posesiones de sus padres) y los delincuentes que no tenían donde alojarse, eso fue lo que llenó las carabelas. Ellos se ocuparon de iniciar el saqueo y la matanza en el continente, dejaron tras de sí muerte y destrucción, se apropiaron de inmensas tierras con sus habitantes dentro.

Habían olvidado que los pueblos de los que provenían sufrieron lo mismo a manos de los romanos, ya tenían las palabras del dominador minando sus conciencias y manando por sus bocas y replicaron ese modelo de dominio aquí.

Luego llegaron los que no tenían dinero desde sus sitios de origen, muchos de ellos incluso iletrados. Una parte de esa inmigración se dedicó a trabajar con esfuerzo, con ahínco, con dedicación y honestamente, pero la otra no.

Esos otros que hoy forman la oligarquía terrateniente, se apoyaron en un sistema esclavista que luchan por mantener hoy en día, expoliaron tierras y pueblos, obtuvieron sus propiedades como recompensa luego de sangrientas campañas para extender lo que se llamó “frontera con el indio”.

Sus descendientes tienen memoria selectiva, recuerdan que sus antepasados llegaron de Europa, pero evitan recordar cómo llegaron de allí. Les da vergüenza, incluso muchos han agregado otro apellido para que ese humilde apellido español o italiano no pareciera tan pobre. Es más, para hacer más loca la cosa, comparten origen con la mayoría de esos a los que llaman negros, cabecitas, grasas, gronchos y aluvión zoológico.

La memoria de las elites es siempre cortita, tan cortita como la pata de los cerdos que criaba Pizarro antes de convertirse en conquistador y asesino.

Hoy, la conciencia del estudiantado argentino (al menos de los que concurren a escuelas del estado) está despierta y accionando, otra vez me encuentro en la vida con un florecimiento que creí que no me iba a tocar ver. Nos corresponde garantizar que ese florecimiento no sea cegado por los personeros de las elites.

La ampliación de derecho que implica el voto optativo a los 16 es una herramienta que se han ganado, que tiene el derecho a tener y la responsabilidad de saber ejercer, responsabilidad que sé, no les falta.

Frente al vació argumental de los futuros ciervos imperiales, contrapongamos la inteligencia de nuestros pibes, de esos que se sienten con la fuerza suficiente para impedir las injusticias. Respaldémoslos para que los pichones elitistas no les roben el futuro.

Guadalupe Podestá Cordero

jueves, 27 de septiembre de 2012

Lo que asusta…


Los grupos concentrados del poder económico iniciaron su ofensiva hace varios meses con herramientas que ya han usado en ciclos anteriores pero en otros países.

El furioso ataque hace pie en el perfecto mecanismo del miedo infundado que, desde las usinas imperiales, ha sabido meterse en los oídos y conciencias de una parte de la población, aunque muchos de sus argumentos sean descabellados, dignos de la mente más básica y vacía, son creíbles para ellos, así como hay gente a la que el peor chiste la hace reír, justamente por eso, por que es muy malo.

Estos rumores maliciosos, formulados como trascendidos que recorren la red en forma de cadena, son tan miserablemente pobres que se vuelven creíbles, basta uno que lo replique para que cientos repitan la misma burrada. ¿Por qué son tan simples de desparramar? Porque carecen de entidad, lo dijo el amigo de un conocido de un pariente lejano de uno que dice que le parce que lo escuchó en la tele, con eso basta. Se esparcen por las páginas, muros y casillas de mail de la misma forma en que en los noventa se daba difusión a las leyendas urbanas.

Siempre la mecánica es la misma, atacar el miedo a la pérdida. Aunque no tengas nada, el miedo a la pérdida lo tienen todos.

Se ha usado desde hace siglos. Lo usaban los romanos para caracterizar a los pueblos bárbaros que, casualmente, eran menos salvajes que ellos mismos. Se usó en la inquisición para matar justificadamente (las mujeres pactan con el demonio y traen muerte a los pueblos, los judíos matan cristianos, los gitanos roban niños, etc.). Se usó luego de la revolución rusa (los comunistas roban niños y se los comen, roban casas, no te permiten criar a tus hijos, sos un preso en tu país).

Rumores como estos se han usado y se usan.

La Argentina vive desde hace un tiempo bajo un frente huracanado formado de rumores. Con las AFJP iban a perder todos sus aportes en la estatización y no se iba a poder administrar lo propio (cuando se nacionalizaron se comprobó la estafa que le hacían estas empresas a los aportantes y nadie quedó sin trabajo)

Cuando se estatizó Aerolíneas fue otro drama, que no iba a haber más vuelos, que se iba a fundir, que no se podía renovar la flota, que iban a quedar todos sin trabajo (hoy todos siguen en sus puestos, se doblaron la cantidad de vuelos, se abrieron más canales de comunicación, incluso sin pasar por Buenos Aires, se renueva de a poco la flota)

Primero con la S.U.B.E no faltó el que se creyó que lo iban a vigilar para monitorear a donde va, se olvidaron que lo práctico no es saber donde sube uno sino donde baja y para qué, por otro lado a quién le importa que un juan de los palotes se tome un colectivo.

Luego con los DNI nuevos, que era obligatoria la renovación inmediata, veinte veces salió Randazzo a aclararlo, la renovación no es una obligación inmediata, es algo que irá sucediendo.

Después fueron los pasaportes, que no iban a servir más que por un año… su validez desde la reforma del sistema es de… diez (10) años.

Luego con los billetes de $100 nuevos, que no van a caber en los cajeros. No se ofendan, pero hay que ser muy ignorante para desconocer que existen una serie de normas para la fabricación de billetes, un software que respetar para que funcione todo bien en los cajeros y una serie de requerimientos legales que hacen que al emitir un nuevo billete este pueda pasar por todos los controles y caber en todos los cajeros, cajas registradoras, billeteras y demás.

Podríamos seguir, la lista es larga.

Frente a cada medida que se toma surge una infinidad de cuentos, incluso, hoy corre la voz de que en un oscuro y macabro plan la AFIP (el cuco nuevo) daría de baja los pasaportes para que nadie pueda salir del país… ¡¿Para qué?! Cuál sería la utilidad de tamaña movida. Dónde está el rédito de esa jugada.

Muchachos, la vida es más simple, la mitad de los caceroleros no compra dólares, gran parte de esa parte no va al exterior ni en broma, aunque sería maravilloso que todos tengan dinero para ir donde quieran.

Pueden argumentar de todo, pero me quieren explicar ¿a quién le importa que alguien se vaya de este país o de cualquier otro? Es más, confieso, a algunos les armaría un chárter con todo mi amor, para que vayan a ver hermosos paisajes cacerolíticos, con el único fin de dejar de recibir cadenas de rumor.

En lo que va de estos mese colgué veinte veces una explicación diciendo que INDEC dijo que si sólo tenés 6 pesos por día sos indigente, nada dice en el informe sobre que se pueda comer con $6, pero parece que la maquinaria del rumor es invencible, pero no, a la maquinaria del rumor panicoso, se le puede ganar, se le gana indagando, mirando, preguntando, cosa que lamentablemente no es costumbre en los replicadores seriales.

Puede generar cansancio aclarar, desmentir, explicar, pero no nos queda otra, ya que la herencia neoliberal fue la ralentización del pensamiento crítico y la estigmatización de la ideología.

Tengamos claros que siempre habrá un ellos y nosotros, derechas e izquierdas (el centro no es chicha pero tampoco limonada), siempre habrá intereses y contra intereses, etc., pero lo realmente necesario es sentar claramente la posición de cada uno porque la apoliticidad es un veneno y de hecho es la más política de las posturas, ya que es la que convalida las verdaderas dictaduras, las movidas destituyentes, fue la que sirvió para que los imperios se extiendan, la que sirvió para que los gobiernos econocráticos progresaran desplazando a la política para remplazarla con los principios de Milton Friedman y poblar las administraciones con los “Chicago Boys” ( de los que tuvimos muchos)

La apoliticidad en la que se escudan los cacerolos es una mirada vacía de ideales y colmada de egoísmos. Sobre ese egoísmo puro es que hace pie la teoría neoliberal, porque el estado es de todos pero lo privado no.

Una de las consecuencias más terribles de estos métodos es que se hayan infiltrado aún en lo que pretenden ser escuelas de crecimiento espiritual, donde se aliena a las personas en el puro interés de su propia existencia, sin tomar consideración de que los humanos nos realizamos en grupo, el individualismo es la mejor manera de fomentar la exclusión, pero también la impiedad, la soledad, la crueldad. Así, en la marcha de hace quince días tuvimos que ver carteles deseado la muerte, tipos que en cámara reconocieron ser golpistas por la libertad (que es como ir a la guerra por la paz) que no les falta.

Será que no se nota que somos libres, será que poder salir a la calle con un cartelón con insultos de todos los estilos hacia quien ocupa el sillón presidencial les parece un acto poco libre, será que los reprimieron y no nos enteramos… ¿Tan lejos les quedó el pasado en su pequeñísima memoria ególatra que no recuerdan lo que es represión? Les parece lo mismo el accionar de la Presidenta que el de Rajoy o el del mismo Obama que reprimen sanguinariamente las marchas?

Lo cierto es que no basta con el respaldo del 54% si ese porcentaje del pueblo no sale a responder, a opinar, a organizarse.

El impulso de lo destituyente está más vivo que nunca, y planea arrasar los frutos de nuestras luchas de años. Los argumentos son los mismos que tuvo el golpe de estado de 1955, son los mismos que los del golpe de 1976, antes le temían a Cuba hoy a Venezuela.

Los replicadores seriales y los cacerolos no recuerdan quienes financiaron los golpes, quienes entregaron a los compañeros, repiten argumentos de lo peor de la prensa cipaya, sin analizar por qué se dice lo que se dice. Hacen el gesto insultante del Fuck You sin saber que eso también es parte del pensamiento colonial, si darse cuenta y sin conocer la historia del panqueque que lo puso de moda. Porque los que fogonean las operaciones de hoy cuentan con las propaladoras ambulantes de radios, diarios y televisión. Porque amparados en sus cautelares, han logrado entorpecer el avance de la comunicación popular.

¿Se puede con todo esto? Si, se puede.
Ejerzamos nuestro derecho a escribir, hablar, contar. Usemos los medios a nuestro alcance, redes sociales, blogs, radios comunitarias, videos.
Iniciemos movidas paramediáticas, por ejemplo, si los precios son caros, vayamos a los paseos del Central o a los mercados concentradores, compremos comunitariamente, fomentemos la organización popular desde lo cierto, desde el día a día, entre amigos, vecinos.

Defender el modelo es comprometerse desde lo micro, desde lo personal.

Lo que asusta no es invencible.

Ganemos los espacios. El 7D está cerca, y está en nosotros mismos garantizar que la ley se cumpla, difundiendo, aclarando, respondiendo cuantas veces sea necesario.

Garantizar el cumplimiento de los tiempos constitucionales de gobierno es también parte de nuestras atribuciones ciudadanas.

Guadalupe Podestá Cordero

lunes, 17 de septiembre de 2012

Venimos... Volvemos

Hola a todos, La Marca En El Orillo marca la vuelta a la red de los que alguna vez conformamos Alternautas Radiales. Volvemos porque nunca nos fuimos, porque no nos alejamos, porque seguimos sintiendo.
En particular, por mi parte, porque necesito decir, compartir, desatragantarme y además, porque es una duda conmigo misma.
Ideológicamente, políticamente, seguimos la misma senda, amando Abya Yala con el alma, amando la patria grande y la mas chica con cada fibra.
Vuelve a iniciarse el camino porque creemos en un modelo nacional y popular, porque celebramos lo que sucede en la región y porque a pesar de que se hizo mucho, queda mucho aún por hacer y reparar, porque la herencia neoliberal es tan amplia y amarga que necesita cada mano y cada palabra, cada idea y cada voz.
Retomamos el arte de la palabra para seguir sumando voces contra las posiciones monopólicas y a favor de lo diverso. Para desandar la historia mitrista y conocer la historia real, para hablar de género, derechos, causas, aún para hablar de misterios (que en nuestra historia hay más de uno)
La marca en el Orillo en un espacio de reafirmación de lo que soy y somos, es un punto en el inmenso ser en el que uno se encuentra con su mirada y la de los compañeros y compañeras, es un sitio donde nos vemos tal cual somos y damos la contienda cultural, simbólica y paradigmática desde el núcleo de nuestra identidad.
Porque creemos en los sueños que jamás dejamos, porque no bajamos las banderas, porque cada día existe la oportunidad del camino abierto, porque las rancias minorías elitistas no le pueden negar nunca más al pueblo la posibilidad de la realización.
Porque el amor vence al odio y la vida es creación, lucha y victoria.
Porque sigue siendo necesario que el "héroe colectivo" siga andando camino.
Aquí estamos, afirmando lo que somos, creemos y sentimos.
Abrazos desde el alma.
Guada