Hoy nos despertaron los redobles de una murga, la murga
popular en preparativo de marcha hacia el recuerdo de los que no están,
luchadores del pueblo y para el pueblo.
Corazones que latían aterrorizados por la tiranía de
grupos indolentes y asesinos, corazones que laten apasionados en y por la lucha
por mantener viva en la memoria de los nuevos y de los obstinados, unos no
sabedores y otros negadores de una matanza injusta, marginalizante y
desidentitaria para volvernos esclavos del capitalismo imperial.
Luchadores que nos recuerdan, siendo obreros,
estudiantes, trabajadores sociales, curas tercermundistas, todos ellos
caratulados y aceptado por una sociedad antipopular, como
subversivos-terroristas. Para su pueblo capacitadores en el arte de pensar,
para ser libres y reconquistar el derecho de la identidad nacional y popular.
Derecho que nos es arrebatado desde la conquista Española; cultural, económica y
religiosamente a toda Américalatina, desde hace siglos, en una lucha que se
actualiza en las distintas explotaciones de nuestra Patria Grande Americana.
América es obligada a producir en beneficio del
extranjero primero metales preciosos, luego carne y granos ahora aparte de esto
petróleo y drogas. Y siempre la variable de ajuste será el pueblo que aparte de
ser explotado se lo marginaliza y transforma en demonio cuando asume sus
derechos, lucha por ellos y los reclama, cuando hace su igual a su tierra,
nuestra Pacha que nos concede el sustento para el bien vivir, cuando dignifica
la Coca por ser una fuente de nutrientes muy importantes para la salud.
Extranjero que manipula y es el quien demoniza todo lo
que toca transformándolo en veneno y muerte, extranjero es el espíritu de las
multinacionales que no responden a ningún pueblo a ningún gobierno solo al
imperio del poder, que es individual. De los monopolios que aglutinan poder
para tiranizar con sus productos e información y ahogarnos en tsunamis de
terror que anestesian las mentes y las voluntades.
Es por esto que es fundamental “la memoria”, el mantener
vivos a nuestros verdaderos héroes, luchadores no de bronces fríos sino vivos
en el corazón de los que continúan su lucha, cada día, en cada acción, en cada
palabra en cada insulto merecido a los asesinos de los pueblos, de los nadies,
que SON y cada vez más militantes de la vida.
Un 24 de marzo se abrieron las puertas de América Latina
y las hordas asesinas entraron arrasando, campesinos, originarios,
trabajadores, estudiantes, pensadores, para imponer desde el plan Colombia una
realidad que no nos pertenece y fue este terrorismo de las multinacionales
contra lo que se está luchando desde siempre. Es lo que estableció la droga, la
trata de blancas, incluso una violencia sin código que tampoco es nuestra. Una
violencia que nuestra juventud acepta desde distintas imágenes que incluso los
padres permiten y fundamentalmente nos alejan de ese tesoro tan nuestro tan
profundo como son la identificación con lo grupal desde la familia y nuestras
tradiciones, que se arraigan tanto en nuestras raíces originarias como
europeas.
Está en la memoria volver a ser americanos con el orgullo
de nuestros ancestros, Latinoamericanos orgullosos de nuestras costumbres,
conocedores de los derechos que nos da ser los dueños de Nuestra tierra
Americana, conscientes de nuestra identidad en la Patria Grande que es el sueño
indiviso de nuestros ancestros, de los luchadores como Belgrano, Moreno, San
Martin, nuestros 30.000 desaparecidos y los que aun hoy apuestan al proyecto
Latinoamericano libre y soberano y para el bien del pueblo.
Lejos del discurso de los que se
asumen en defensa del pueblo y con una soberbia psicópata nos obligan a ver a
los chacales como víctimas, al que se defiende como violento y al que hace
cumplir las obligaciones de contrato hacia el consumidor como soberbio, lo
mismo que paso en Chile en el gobierno de Allende lo establecieron hoy en
nuestra sociedad los comerciantes, generando una guerra desde los precios y el
desabastecimiento. La respuesta son los Precios Cuidados, estas son las luchas
que se establecen y definitivamente la sociedad toda toma partido no desde los
grises, sino desde una clara posición: sos parte o estas en contra.
Luego vienen los tiempos de desgarrarnos las vestiduras
cuando el horror nos patea las puertas de nuestras vidas inocentemente
pacíficas, de posiciones grises y cómodas. Posiciones ignorantes, de fantasías
mientras otros pelean con cuerpo y alma por todos, como tantos trabajadores que
se sacrifican en los reclamos y para otros son los beneficios. Es por todo esto que es fundamental preservar
nuestra memoria y aún más informarse, estar activos en la realidad que se
está manifestando, porque esta realidad
late en una propuesta de cambio, Estar
unidos y organizados para lograr ese sueño de ser todos y todas dignos del
derecho de VIVIR LIBRES COMO EL VIENTO. LO DEMÁS NO IMPORTA NADA!!
“La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento”.
León Gieco.
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento”.
León Gieco.
24-3-2014.