Muches pensarán, este 22, en el renunciamiento que realizara Eva a la postulación a Vicepresidenta, hecho que cambió nuestra historia para siempre y que, en el corazón de aquelles que militamos en el peronismo desde siempre y que crecimos en casas militantes, tiene un gran peso histórico. Eva renunciaba a los honores, pero no a la lucha, pese a encaminarse al final de su existencia tan apasionada y brillante.
A la vez, quizá, se les pase que cada 22 de agosto recordamos otro dolor inmenso e insondable, digo otro, porque el renunciamiento de Eva marcó con dolor al pueblo que, esperanzado, la proclamaba pese a todo lo que estaba en contra.
El otro dolor llegaría años después, concretamente 21 años después.
El 22 de agosto de 1972 eran fusilados arteramente 19 militantes en la base Almirante Zar en Trelew. de elles sobrevivieron 3 que luego serían desaparecidos en la oscura dictadura que asoló Argentina desde 1976 hasta la recuperación de la democracia.
Fueron fusilades como venganza por la fuga colectiva que se llevase a cabo unos días antes y que no se logró como se había planeado.
Pertenecían FAR, Montoneros y PRT-ERP, todes jóvenes, idealistas, luchadores... Y se transformaron en mártires de las luchas populares, como siempre el pueblo sangra en el cuerpo de les mártires.
Merecen ser recordades, homenajeades, merecen que sus nombres no caigan en el olvido.
No debe olvidarse el contexto, el por qué existían las organizaciones revolucionarias, porque en países donde el pueblo es feliz la revolución no es otra cosa que mejorar cada día, pero recordemos que, en el 55 las sombras de una oscura noche, en manos de quienes ejercen la muerte y la tortura se habían extendido en nuestra Patria, la desaparición de Vallese y los fusilamientos de José León Suarez fueron sólo el preámbulo del horror que la derecha y los capitales concentrados desatarían en nuestro suelo. Las organizaciones revolucionarias eran la respuesta popular frente al terrorismo de estado que asolaba Argentina.
Por ello desde aquí va este corto y sencillo homenaje a su existencia, a su lucha, a su memoria.
Porque como dijera Alí Primera, los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.
Alfredo Kohan (FAR)
Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)
Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)
Carlos Astudillo (FAR)
Clarisa Lea Place (PRT-ERP)
Eduardo Capello (PRT-ERP)
Humberto Suárez (PRT-ERP)
Humberto Toschi (PRT-ERP)
José Ricardo Mena (PRT-ERP)
María Angélica Sabelli (FAR)
Mariano Pujadas (Montoneros)
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)
Rubén Pedro Bonnet (PRT-ERP)
Susana Lesgart (Montoneros)
Quienes sobrevivieron las heridas del fusilamiento fueron:
Alberto Miguel Camps (FAR - muerto en 1977)
María Antonia Berger (FAR - desaparecida en 1979)
Ricardo René Haidar (Montoneros - desaparecido en 1982)
Honor para elles y su memoria!

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