miércoles, 9 de septiembre de 2020

En tiempos de Lawfare no dejan de intentar Golpes Blandos

Por Guadalupe Podestá Cordero

No escapa a nadie, medianamente informade, que la pandemia lo ha agudizado todo. Los conflictos se maximizan porque las tensiones aumentan. 

Nadie dice que la policía no tenga derecho a reclamar mejoras, pero en lo que podemos discrepar es en las maneras. Ellxs cortando el puente 12, ellxs rodeando la Quinta de Olivos o la Residencia del Gobernador de la provincia de Buenos Aires, si, ellxs, les que cuando les trabajadores protestan reprimen aún sin ordenes. Elles que respaldaron la represión de los últimos 4 años sin quejarse ni chistar, protegiendo al gobierno que les sacó mayor poder adquisitivo.

No podemos hacer la vista gorda y pensar que no hay manejos de manos oligárquicas en esto. 

Están presionando, quieren que el gobierno nacional y popular claudique. Sus múltiples voceros mienten cuando dicen que no se dejó el servicio, desde ayer el 911 no responde llamadas. Mienten cuando dicen que las causas por abuso de poder y por violencia institucional son armadas, sabemos que esas causas están fundadas en hechos reales, con pruebas y testimonios de las víctimas sobrevivientes o de sus familiares.

Tiene derecho a un buen salario y a buenas condiciones laborales, tanto como les médiques, les docentes, y todes les trabajadores que cada año luchan para llegar a tener salarios que al menos se equiparen con la canasta básica.

Pero no seamos ciegxs, si miramos el mapa de los últimos días, sabemos que esto es una pieza más del mapa destituyente que la derecha viene fogoneando, recordemos que en este momento, somos el único gobierno popular de la región  y esto no es cosa menor, recordemos que somos el único país que se opone a que Trump maneje el BID.

No es de extrañar que muchos de los que aparecieron como voceros tienen reconocida militancia macrista, porque se presentan como apolíticos, pero basta recorrer sus muros para comprender cual es su alineamiento ideológico y si a esto les sumamos los apoyos que han recibido y sus actitudes de apriete al gobierno provincial y nacional, no podemos leerlo como un simple reclamo laboral. 

No estamos diciendo que las pertenencias partidarias le quiten valor al reclamo, lo que lo vuelve dudoso es la forma en la que dicho reclamos se canaliza, sobre todo sabiendo que elles conocían del aumento venidero. 

Entonces, comprendamos que esta es la hora de fortalecernos y defender nuestro gobierno, que desde que asumió, lo único que ha podido hacer es empezar a desarmar el caos desastroso en el que el macrismo y sus socios han dejado a nuestro país.

Incluso, entre los que están rodeando la quinta presidencial hay policías locales, que nada tiene que ver con los provinciales y admiten que están en horario laboral y armadxs. 

No dudamos que el gobierno provincial logrará superar este conflicto, solucionándolo de la forma más útil e inteligente. Pero nos toca a nosotres, como ciudadanes, no dejarnos envolver por las movidas de la derecha. 

Defender al gobierno popular es mantenerse atentes y comprender desde dónde nacen los conflictos, quienes los usan y quienes los fogonean.

martes, 1 de septiembre de 2020

Lo Destituyente

Por Guadalupe Podestá Cordero


No estamos en un contexto usual. Ni siquiera en uno parecido a alguno que recordemos.  La pandemia nos atravesó y nos estamos adaptando, aún, a este marco de realidad.

Estamos en un macrodesconcierto, porque es global, buscando darle orden, cierto orden al menos, a este caos. En el marco de un gobierno nacional, popular e inclusivo, tratamos de reconstruírnos luego de 4 años de destrozo intencional - Si, intencional, porque el gobierno anterior vino a hacer lo que hizo- y vienen los destrozadores seriales a generar más caos.

El accionar de la actual oposición es francamente destituyente, juegan al golpismo, generan el malestar y la crisis desde sus propaladoras del espanto. 

Instan a sus seguidores a salir a la calle, sabiendo que la mayoría contraerá el virus, lo hacen calculando,  porque con tal de generar daño mandan a su gente a la calle. Saben que así se saturará el sistema, entonces la mirada del gobierno deberá centrarse, solamente, en frenar los contagios y ver la forma, desesperadamente, de sanar a todos los pacientes. De esa forma no avanzarán los proyectos de Reordenamiento de la Justicia, ni el Aporte Único de las Grandes Fortunas, tampoco tendrá prensa la causa del espionaje M, que deja pegado a su jefe y a varias de sus estrellas. 

Necesitan que el único gobierno popular de la región (sin contar Venezuela y México) caiga. Quieren que nos estrellemos. 

Ellos aman que este suelo sea colonia, aman la desigualdad, así se aseguran mano de obra esclava. Hablan de libertades que esconden cadenas,  su libertad es una libertad sin sindicatos, sin salud pública, sin educación pública, sin derechos, sin libertad. 

Mienten y dañan, como lo han hecho históricamente. Nada les detiene en su avaro deseo de poseer sin tributar, acumular bienes y vidas para gastar a su gusto. 

Lo destituyente está ahí, en esos que son perversamente tontos, maliciosamente mendaces, en eso que vemos ostentar su vagancia en la Costa Azul, o pasear su espantosa presencia de exministra ebria de poder sobre las fuerzas de seguridad, en la ex legisladora, agente de inteligencia y siempre denunciadora serial. Lo destituyente está en ex intendentes que fueron ministros del gobierno provincial anterior que presionan a personal municipal para asistir a marchas anticuarentena y antiderechos.

Lo rancio no se fue, los dinosaurios no desaparecen. 

Hoy bloquean una sesión en el legislativo, siendo legisladores, para que no se traten leyes que sí son importantes. No quieren sesiones virtuales, pero pueden ser virtuales las de resto del mundo. 

Son el espanto. 

Lo destituyente está ahí y sólo nuestro fortalecimiento, nuestra fuerza y unidad como pueblo puede frenarlo.