Día de la Lealtad

"El Peronismo será revolucionario o no será nada"

Compañeros, Compañeras: Hoy no hay forma de escribir evitando la emocionalidad más visceral, es muy dificil pensar en aquel 17 con una óptica alejada de las pasiones porque no podría.
Porque un día, cansado de los abusos del poder, cansado de ser despojado, el pueblo se levantó y se adueñó de las calles del centro para enojo del oligarca y para bien de la historia.
Ese día se demostró que no hay un arriba, porque en esa marcha, en esa espera, en esa incesante lucha, que la construcción de la historia es entre todos y que sin el pueblo no hay gobierno ni república real.
En esa marea de cuerpos y brazos esta mi pasado, como el de muchos, mi prehistoria, como la de muchos. Sin esa verdadera marea humana los trabajadores no hubiesen sido escuchados, las mujeres no hubiésemos votado, la salud no sería gratuita, ni la educación, ni tendrían aguinaldo o vacaciones quienes trabajan en relación de dependencia (ya se que fueron proyectos de ley socialistas... pero quien los puso en práctica?)
Perón no fue un salvador del pueblo, fue un líder que supo serlo, así como Evita no era un hada, era una mujer con ideales claros y una fuerza que se expresaba por primera vez rompiendo el rol almidonado de "la primera dama"
Innegablemente, ese calorcito del corazón y esa pasión que se me despierta cada 17 para darme más fuerza en la militancia , la lucha y el avance, se expresa en reflexiones como esta, en estos ratos en los que me permito ser más parcial que nunca, más pasional que muchas veces.
Crecí en una casa peronista, con antecedentes anarquistas de un lado, crecí con esa mística del primer peronismo, pero también con el recuerdo de la "gloriosa JP" que nos robaron en los 90. Crecí escuchando la historia de la resistencia a la fusiladora, las luchas por la vuelta de Perón, la historia de los 70 y la memoria de los compañeros que ya no están. Aprendí que no todos los que se dicen peronistas lo son, que muchas veces se nos infiltraron lacras fachistoides, me tocó ver a ciertos pseudoperonistas defender al capital en vez de combatirlo, abriéndole la puerta al fondo y recibiendo instrucciones. Entendí porqué Jauretche decía "si malo es el gringo que nos compra, peor es el cipayo que nos vende" en la época neoliberal. Con luces y sombras, nunca pude dejar de sentirme peronista, nunca me pude dejar de identificar así y hoy reafirmo que soy peronista, con orientaciones anarquistas.
Hoy día de la lealtad popular, recuerdo más que nunca que las revoluciones se hacen con el corazón, la cabeza y el cuerpo.
Porque un día como hoy el pueblo ganó la calle y por primera vez llenó la plaza.
El 17 de octubre fue un parteaguas de la historia, una bisagra que cambió el panorama político y social de nuestra Patria.
Honor al pueblo y a la memoria de los nuestros.
Y permítaseme decir en homenaje a mis abuelos Américo y Rodolfo, ambos sindicalistas, a mi madre Tabby y a mi padre Guillermo, que me criaron en la militancia con los valores revolucionarios. Gracias por haberme alumbrado el camino de mi conciencia política y de la vida en general.

Con gran amor... 

Guadalupe Podestá Cordero

Peronista, Kirchenrista, admiradora del Che, de Cooke, Eva y Jauretche (entre tantos)