Me hubiese gustado conocerte, cara a cara, digo. Charlar y
construir la revolución junto a tantos compañeros.
Comandante, la primera vez que escuché de vos, no fue de la
mejor manera, quién me hablaba contaba de un militar que había ganado
elecciones pero que era un dictador, y, como te imaginarás, con la historia que
tenemos, pareció factible. Entonces sobrevino el golpe. Y de purísima
casualidad, alguien me mandó tus palabras por mail. Entonces entendí, te
entendí.
También comprendí que nos fueron conectando a una macabra
forma de comunicar, mintiendo porque cuando un gobernante pertenece al pueblo
es, sin duda, maltratado por los medios y asediado por los intereses
financieros concentrados, pero, claro, uno se olvida, porque hasta el 2003 no
tuvimos presidentes parecidos a nosotros, desde Perón, no teníamos fronteras
adentro, gobiernos del pueblo.
Sabés, compañero Hugo, aún recuerdo tus discursos, no me los
perdía por nada, también te recuerdo bajo la lluvia en el cierre de tu última
campaña, con el último hilo de vida, mirando sonriente al pueblo, jugándote
para asegurar la revolución. Recuerdo que tu imagen recortada en las pantallas
de Tele Sur (al que ya, salvo por internet, es prácticamente imposible ver) y
las lágrimas de los que te mirábamos, porque tu discurso nos sonaba a
despedida. La marea roja mirándote y cubriendo las calles, tu voz resonando en
un “Aquí no se rinde Nadie”.
En una actualidad en la que la derecha avanza sin piedad
machacando a nuestros pueblos, somos muchos los que te extrañamos. Tu pueblo te
extraña más que ninguno, pero los demás nos sentimos bastante solos. La derecha
tecnocrática y asesina persigue a nuestros líderes, como sabrás acechan a Evo y
a Rafael, y por aquí ni te cuento.
Como las elecciones nacionales las ganó la “Patria
Contratista” colaboracionista de las dictaduras y vaciadora de países, ahora
nos gobiernan caranchos, sabés dónde quedó el peronismo ¿no? En el corazón del
pueblo, porque de verdad que se han borrado.
Cada vez perdemos más derechos, más dignidad e incluso historia.
Milagro está presa, Cristina perseguida con causas que inventan todas las
mañanas, los libertadores de América fueron desalojados así como las mujeres,
de la casa de gobierno. Cerradas las instituciones de historia revisionista y
muchos centros culturales, nuestros comunicadores y artistas en listas negras.
El renacimiento de la región entregado por el “niño rico” y sus amigos.
Te juro compañero, si vivieras y volvieras a recorrer la
región, no la reconocerías y mucho menos a esta patria nuestra que te quiso
tanto.
Pero, eso sí, muchos, muchos más que los que piensa la oligarquía,
seguimos la lucha, desde nuestros lugares, como podemos, porque por más que se
empeñe la derecha continental en separarnos seguimos hermanados los pueblos en
una unidad que quema en las venas porque es lucha.
Compañero Hugo, se extraña tu fuerza y se extraña tu risa.
Disculpá que no te trate formalmente, pero, a los compañeros
no se les debe condenar a la fría distancia del protocolo.
Querido compañero, sé que andarás viendo como movés los
hilos con Nestor, con Perón, con Eva, con el Che, a ver si frenamos un poco a
esta derecha maldita y nos liberamos de la colonia cultural, económica y
política.
Por estos días se han vuelto a encontrar San Martín y Bolívar
en Guayaquil, para ser vistos en cine, pero claro, les dan poco tiempo en las
pantallas porque los que manejan la cultura por aquí son muy cosmopolitas para Europa
y los yanquis, pero son menos latinoamericanos que la Torre Eiffel.
Si, compañero, se te extraña, como se extraña esa generación
completa de presidentes que revivieron la idea de Patria Grande.
Tal vez nos cueste pero volveremos, volveremos con más
fuerza, la derecha arrecia pero no es invencible, y nosotros sabemos que
nuestra tarea es vencer por amor a nuestro pueblo y para recuperar la felicidad
para los más humildes de nuestra tierra.
Venceremos querido compañero, venceremos.

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