martes, 7 de marzo de 2017

Serviles, los tres.

Por Guadalupe Podestá Cordero

¿Y ahora? Ahora que la historia los mira, ahora que las papas realmente queman ¿no piensan hacer nada? Pareciera que juegan a apagar el incendio de Roma con dos vasitos de agua.

Son re vivos, se hacen los combativos de la boca para afuera, pero nunca se vio un cuero que defienda menos lo que dicen con el pico.

Fácil hacerse los combativos antes, que poco les dura la lealtad a su clase, qué extraño engendro parió esta conducción de la CGT.

Es fácil ponerse en pose cuando tu sueldo está recontra asegurado, cuando le dejás pasar al “patroncito” las salvajadas y te hacés el tibio, dejando solos a los tuyos.

Hoy los trabajadores muestran que ya no quieren dejar hacer al zorro su voluntad en el gallinero.
La exigencia de una fecha, que hayan tenido que bajar con custodia, ¿no les dice nada?

El movimiento obrero nacional, fue, durante años uno de los más organizados. Ejemplo para la conformación de muchas centrales obreras a nivel mundial, pero todo muta y mutó en esta cosa que nadie sabe bien qué es. Cómo describirlos sino como un hato decadente de seres serviles a la oligarquía.

El trabajo desaparece cada día, nunca hubo un crecimiento del desempleo tan bestial en tan poco tiempo. Los trabajadores que no son despedidos son suspendidos, y el ministerio de trabajo le responde a las patronales en lugar de a los obreros. En el medio de este pandemónium estos tres se ponen en tibiecitos, dejando al descubierto su colaboracionismo expreso con un régimen de saqueo a la Patria como no se conocía.

El triunvirato de la CGT ha demostrado que es un buen grupo de tíos que dejan al niño rico rifar la Patria para que no haga puchero.

Pero ¿Qué piensan que son? Sabemos que no son los únicos, el representante de los peones va a visitar al rey de España, va con los patroncitos de estancia, bien domesticado, le faltó dar la pata y hacer volteretas.

El otro, gastronómico él, dueño de restoranes donde el personal tiene prohibida la sindicalización, defendiendo a capa y espada a este gobierno que además de empobrecernos cada segundo, defiende a genocidas y grandes evasores…

¿Qué fue del orgulloso movimiento al que los obreros argentinos debían sus conquistas? ¿Qué es esta involución a etapas pre F.O.R.A?

Da rabia, enojo, odio, si señores, créanlo, ni en sus casas les desean el bien.

Las luchas obreras no se ganaron con cerdos entreguistas, tipos que ponen cara de combativos con el índice arriba haciéndose los severos, para después retranquear como bebes asustadizos o como acomodaticios sucios que se contentan con tener el control de ciertas cajas.

Estos tipos no tienen lugar en la historia del movimiento obrero, no lo tienen porque son una vergüenza, son un horror.

Para los que nacimos en la clase trabajadora, los que crecimos en familias donde la actividad gremial implica llevar adelante la dignísima lucha por los derechos de los compañeros, esta muestra decadente y patética es un insulto grave, grave e imperdonable.

Las bases ya no deben esperarlos, porque ellos han decidido no conducir, ellos eligen la paz del patrón al bienestar de los trabajadores. Eligen al hambreador en lugar de al explotado.

Por lo tanto, compañeros, es tiempo de exigir las renuncias pertinentes y sino la remoción por estatuto. Hay que renovar las conducciones.

Se necesita sangre de lucha, personas decididas a encarar la lucha por los trabajadores que realmente crea en ello antes que en el sobre con un mugroso puñado de dólares.

Lo de hoy no tiene disculpa posible.


O se ponen a tono o los vientos de la historia los arrojarán a la sombra eterna del desprecio popular.




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