Recuperación
identitaria.
Por Susana De Luca
Desde la colonización hasta acá, el pueblo Latinoamericano
aprendió algo, “el invasor se apodera robando, desde la violencia, y la
recuperación se hace por “la fuerza””. La dialéctica queda establecida no por el
invadido sino por el invasor. Nuestro pueblo es víctima, desde siempre, de
violencia, en la posesión de las vidas, al cosificarnos, en el acaparamiento de
los territorios y riquezas, violencia para desmemoriarnos de nuestras
tradiciones y fe, poniéndolas en el lugar de barbarie. Violencia en aculturizarnos,
en la idea de que nuestro arte es inferior y la violencia mayor cuando nos
muestran como los violentos, demonizando la lucha al defendernos de su violencia.
Esto es histórico se reitera a través del planeta y de los
tiempos, en todas las culturas que siendo parte de un territorio con riquezas,
termina siendo esclavo de un explotador, y por este motivo también pierde lo
que lo identifica, sus valores, el ser mismo.

Rememorar, las luchas y las victorias, recordar a sus
héroes. Tener presente en esa unión humana, las razones de la lucha que
significo su presente.
Por esto es tan importante el pasado 25 de Mayo, porque los
verdaderos “Dueños” recuperaron su lugar, por encima de la limpiante ideología
oligárquica, de plazas vacías, de pasares, de reuniones individuales y sin
pasión. De esa Cuidad prolija y culta a la europea, elitista y subhumana.

Y es esta lucha la que revive, la que le da sentido a la
identidad, en esa comunión del pueblo con la vida, desde su pasión
multitudinaria, porque este 25 la plaza fue “tomada” por un festejo eterno,
glorioso sin tiempo y de todos los tiempos, de muertos por la convicción del
ideal, como lo fueron los asesinados, en ese genocidio que de manos de sus
milicias concreto la oligarquía, en aquel 16 de julio del 55. Para dejar bien
en claro de quienes era el poder, ese que se impone “a los tiros, con el
estruendo de las botas” por eso no tenemos que olvidar, mucho menos minimizar,
porque es esta plaza la mejor relatora de lo que significo reconquistarla,
siempre fue la reina que nos quisieron “jaquear”, desarraigando a su dueño
natural de su lugar de encuentro, donde reclamar, donde festejar.
Como ha dicho John William Cooke “esta frase solo puede ofender a intelectuales que escriben libros que
valen menos que una alpargata. Esta frase tan chocante tanto para troskos como
Liberales (suelen pensar igual bastante seguido) se refiere a los intelectuales
que escriben de espaldas al pueblo, esos letrados apátridas que ponen su pluma
al servicio de los capitales extranjeros o en su defecto al de los cipayos que
juegan siempre mirando a Europa. “Alpargatas si Libros no” significa un rotundo
si a la educación pública, significa que si mi padre no pudo acceder a la
educación universitaria yo si podré hacerlo porque el modelo de país que
defendemos va en ese sentido, igualdad y equidad, policlasista sí, pero con
oportunidades para todos, comprendiendo la real idiosincrasia del ser Argentino
y sin consignas importadas típicas de los trozkos colonizados”.
Como no va a ser tan sentido el festejo, como no nos vamos a sentir representados en esa masa
multitudinaria que festeja sus luchas, siempre fue un gran “sacrificio” que el
pueblo llegue hasta su corazón, a esa plaza usurpada por nuestro tirano, y
adueñada para su deleite mezquino, porque
2014.


