LA OPRESIÓN DE
GÉNERO EN EL CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL DE GUATEMALA #LASNIÑASDEGUATEMALA.
Charla realizada en el Auditorio de Unión de Trabajadores
del Estado donde disertaron sobre la violencia Institucional planificada en
Guatemala y Latinoamérica Rebeca Lane, canta–autora feminista y socióloga, quien
expuso sobre el contexto político y social en Guatemala y la situación de las
mujeres, enfocándose en la tragedia del hogar seguro: Las niñas de Guatemala. También
expusieron en el encuentro Liliana Daunes (Periodista y activista feminista), Taty
Almeida (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), y Stella Calloni (periodista
y escritora).
Muchos son los cruces de violencias del pueblo de Guatemala
es una lucha permanente por existir. Luego del derrocamiento del gobierno
democrático de Jacobo Arbenz, la violencia ejercida por las dictaduras
militares en el conflicto armado interno, que duró 36 años, dejando como
resultado más de 200 mil víctimas, 45 mil desaparecidos, mujeres indígenas
sometidas a trabajos forzosos y la esclavitud sexual. Luego de la firma de los
acuerdos de paz en 1996, los compromisos asumidos han quedado en letra muerta,
salvo la implementación de leoninas políticas de gobiernos neoliberales. El
país no ha sanado las heridas del horror que vivenció. Anualmente, 700 mujeres
mueren en Guatemala. Visibilizar lo que está ocurriendo, es una forma de
derribar los cercos mediáticos que responden a los intereses de mafias incrustadas
en el Estado.
Seis meses de dolor, seis meses de rabia, seis meses que no
olvidamos.
Por las niñas de Guatemala.
No fue el Fuego fue el Estado
#NOSDUELEN56
#LasNiñasDeGuatemala
#ExigimosJusticia
#FueElEstado
Presentación de la charla palabras de la periodista y
activista feminista Liliana Daunes, de los referentes de UTE y demás organizaciones
que participaron del evento.
Los nombres de las niñas. Los rostros de las niñas. La
memoria de las niñas. Los sueños de las niñas. Los gritos de las niñas.
La rebelión calcinada de las niñas. Las niñas ardiendo en
nuestra piel. El horror. La furia.
Los últimos pensamientos de las niñas. La soledad de las
niñas. Los últimos sentimientos de las niñas.
Nos duelen 56. No tenemos derecho a olvidar. No tenemos
derecho a incendiar con nuestra desmemoria, la exigencia de justicia.
Nos duelen 56. Vivas y libres nos queremos. Ni una menos!
1. Rosa Julia Espino Tobar – 2. Indira Jarisa Pelicó
Orellana – 3. Daria Dalila López Meda – 4. Achley Gabriela Méndez Ramírez – 5.
Yemmi Aracely Ramírez Siquín – 6. Jaqueline Paola Catinac López – 7. Siona
Hernández García – 8. Josselyn Marisela García Flores -9. Mayra Haydeé Chután
Urías -10. Skarlet Yajaira Pérez Jiménez – 11. Yohana Desiré Cuy Urízar - 12.
Rosalinda Victoria Ramírez Pérez – 13. Madelyn Patricia Hernández Hernández –
14. Sarvía Isel Barrientos Reyes – 15. Ana Nohemí Morales Galindo - 16. Ana Rubidia
Chocooj Chutá - 17. Jilma Sucely Carías López - 18. Yoselín Beatriz Ventura
Pérez- 19. Grindy Jazmín Carias López - 20. Mari Carmen Ramírez Melgar – 21.
Keila Rebeca López Salguero - 22. Kimberly Mishel Palencia Ortíz – 23. Nancy
Paola Vela García – 24. Estefany Sucely Véliz Pablo – 25. Lilian Andrea Gómez
Arceno – 26. Mirza Rosmery López Tojil- 27. Ana Roselia Pérez Junay- 28. Grisna
Yamileth Cu Ulán – 29. Melani Yanira De León Palencia – 30. Luisa Fernanda Joj
González – 31. Daily Analí Domingo Martínez - 32. Iris Yodenis León Pérez - 33.
Candelaria Melendrez Hernández - 34. Milenie Eloisa Rac Hernández - 35. Celia
María López Aranda - 36. Hashly Angelie Rodríguez Hernández – 37. Sara Nohemi
Lima Ascón - 38. Yusbeli Yubitza Merari Maquín Gómez – 39. Silvia Milexi Rivera
Sánchez- 40. Yosselin Yamileth Barahona Beltrán - 41. Wendy Anahí Vividor
Ramírez.
Aportes de testimonios durante la primer parte de la charla que revelan la violencia patriarcal hacia las mujeres y nuestra lucha que nos pone de pie!
No fue el fuego, fue el Estado.
Nos duelen 56. Las niñas de Guatemala.
El 8 de marzo mientras millones de mujeres de Latinoamérica gritabamos
¡Ni Una Menos!, en Guatemala 41 niñas de “Hogar Seguro, Virgen de la Asunción” morían
calcinadas. En este hogar con una capacidad para 500, vivían 800 niños y
adolescentes de 0 a 17 años rescatados de diferentes problemáticas. En el último
año más de 100 de ellos escaparon de este lugar donde además de vivir hacinados
y en condiciones inhumanas eran abusados física y sexualmente por compañeros,
maestros y trabajadores. El 7 de marzo, tras múltiples denuncias realizadas
durante años sin que cambiara la situación, un grupo de menores organizo una
protesta denunciando los abusos. Las autoridades del Hogar les abrieron la
puerta y 108 escaparon. La policía capturo violentamente a 102 de ellos y ante
la resistencia de las educadoras que se negaban a recibirlos, los mantuvo toda
la noche fuera del Hogar.
En la madrugada los ingresaron separando hombres y mujeres
para encerrarlos bajo llave en aulas diferentes. La mañana del 8 de marzo las
niñas solicitaron ir al baño. Las policías que custodiaban el aula se negaron.
Ante esta negativa algunas de ellas, en protesta, prendieron fuego a un colchón
que al caerse genero un incendio. Las niñas pidieron auxilio a la policía que
las custodiaba y a pesar de la gravedad de la situación, no abrieron la puerta
inmediatamente. La falta de acción de las agentes cobro la vida de 41 niñas
entre las edades de 13 a 17 años. Esta tragedia pudo evitarse si el Estado no
hubiera ignorado las denuncias hechas durante años y si hubiera cumplido con la
obligación de ´proteger a los y las
menores que tenía bajo su cargo. A seis meses de la tragedia, el pasado 17 de
agosto, el juez a cargo del caso: Carlos Guerra Jordán, ha beneficiado a la exsubsecretaria de Bienestar Social Anahy
Keller, una de los tres funcionarios procesados, apoyándose en acuerdos
caducados. El clientelismo político hace que no se esté dando un juicio justo,
demostrando así, una vez más la corrupción incrustada en los juzgados.
Nos solidarizamos con la indignación de los querellantes y
los familiares de las niñas. Muchos son los cruces de violencias del pueblo de
Guatemala es una lucha permanente por existir. Luego del derrocamiento del
gobierno de democrático de Jacobo Arbenz, la violencia ejercida por las
dictaduras militares en el conflicto armado interno, que duro 36 años, dejando
como resultado más de 200 mil víctimas, 45 mil desaparecidos, mujeres indígenas
sometidas a trabajos forzosos y la esclavitud sexual. Luego de la firma de los
acuerdos de paz en 1996, los compromisos asumidos han quedado en letra muerta,
salvo la implementación de leoninas políticas de gobiernos neoliberales. El país
no ha sanado las heridas del horror que vivencio. Anualmente, 700 mujeres
mueren en Guatemala. Visibilizar lo que está ocurriendo, es una forma de
derribar los cercos mediáticos que responden a los intereses de mafias
incrustadas en el Estado.
Última parte de la charla exposición de Rebeca Lane
Canta-autora feminista y socióloga guatemalteca y Stella Calloni escritora y
periodista argentina.
Videos relacionados:
Video del encuentro (Cancion)
"El Estado de Guatemala, es el más alto responsable de este femicidio institucional, masacre en la que están implicadas instancias y funcionarios señalados con anterioridad de presenciar, tolerar y cometer abusos, torturas y violaciones sexuales contra niñas, niños y jóvenes que rompieron el silencio y se atrevieron a denunciar las atrocidades ejercidas en su contra", destaca la convocatoria. Telesur.
Las niñas de Guatemala.
Por Carlos Rozanski.
Es difícil definir el “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”,
en la ciudad de Guatemala, donde el día internacional de la mujer fueron
incineradas vivas 38 niñas. Se trata de una institución administrada por el
Estado, en la cual se alojaban alrededor de 700 niñas, niños y adolescentes.
Una parte, por maltrato en sus hogares, otra por conflicto con la ley y
alrededor de 200 “discapacitados mentales” como los definió el secretario de
Estado. En fin, todas víctimas. Se conocían con anterioridad al crimen,
denuncias de las propias niñas y niños, así como de familiares, respecto de los
golpes, abusos sexuales y alimentos en mal estado que padecían en ese Hogar
“Seguro”. A pocas horas de las muertes, el secretario de Bienestar Social, en
conferencia de prensa manifestó entre otras cosas que un grupo de “internos” de
ese hogar se escapó. Que ellos tuvieron más de cinco horas de diálogo con los
adolescentes como una estrategia de que “pudieran cansarse y deponer dicha
actitud”. Agregó que “lograron recuperar a la mayoría de los que se escaparon
del lugar con excepción de 19”. Continuó el funcionario refiriéndose a las
chicas y chicos que “muchos de ellos arrojaron piedras a los elementos de la
policía nacional civil que resguardaban él área y algunas féminas policías
salieron lastimadas”... “Sin embargo en el transcurso de la noche y la madrugada,
dichos adolescentes fueron dominados por la fuerza pública, y en forma pacífica
y sin utilizar arma letal, regresaron al hogar... A los internos del hogar se
practicó una requisa, un cacheo como se conoce, se incautaron ‘chaies’ o
pedazos de vidrio que portaban las adolescentes en el pelo o bien guardadas...
o en los zapatos o en la ropa... no se encontraron otros objetos amenazantes...
el reingreso se efectuó de una forma ordenada”. Este relato del responsable del
área fue transcripto por ser trágicamente similar a los que escuchamos cuando
se intenta en la mayoría de los países de la región, explicar y justificar
crímenes donde el Estado tiene clara responsabilidad. El mismo fue el prólogo
de cómo, minutos después, el secretario describió las muertes. “... A las 9 de
la mañana sucedió un hecho trágico que lo lamentamos mucho, algunas
adolescentes le prendieron fuego a las colchonetas incluso se autorizó a
ingresar colchonetas para que no durmieran en el piso”... agregó que “...La
Secretaría asumió el pago de todo el costeo de los servicios funerarios...” y
culpó luego a “...los padres y madres que en el 90 por ciento de los casos no
los quisieron tener en el seno del hogar...”
La dificultad inicial de estas líneas para definir el “Hogar
Seguro” que resultó trampa mortal de 38 niñas, es sobre todo, la de encontrar
adjetivos para lo sucedido. Es evidente que la seguridad a la que se refiere su
nombre y el supuesto objetivo de su existencia, no es la de las niñas, niños y
adolescentes allí recluidos. Se trata una vez más de la remanida seguridad del
resto de la sociedad, a resguardo de las brujitas y brujitos tan peligrosos que
arrojan piedras a las féminas policiales, y que además se quejan por ser
maltratadas, abusadas y hambreadas. En el nombre de esa seguridad, desde el
siglo XV hasta nuestros días, se sale a cazar y quemar brujas. El premio Nobel
de literatura, casualmente Guatemalteco, Miguel Ángel Asturias, escribió en la
novela Los Ojos de los enterrados que “... los ojos de los enterrados se cerrarán
el día de la justicia o no se cerrarán”.
Desde este 8 de marzo, los ojos aún humeantes de 38 niñas de
Guatemala, estarán abiertos hasta que en nuestra región ninguna niña o niño sea
cazado e incinerado por el Estado en el nombre de alguna excusa infame.
Ex Juez Federal(Argentino).
17 de marzo de 2017.
Los nombres de las niñas. Los rostros de las niñas. La memoria de las niñas. Los sueños de las niñas. Los gritos de las niñas.
La rebelión calcinada de las niñas. Las niñas ardiendo en nuestra piel. El horror. La furia.
Los últimos pensamientos de las niñas. La soledad de las niñas. Los últimos sentimientos de las niñas.
Nos duelen 56. No tenemos derecho a olvidar. No tenemos derecho a incendiar con nuestra desmemoria, la exigencia de justicia.
Nos duelen 56. Vivas y libres nos queremos. Ni una menos!
#NOSDUELEN56
#LasNiñasDeGuatemala
#ExigimosJusticia
#FueElEstado
Audios, texto y recopilación periodística: Susana De Luca.
Fotos y videos: Gabriela Carrizo-Susana De luca.




















