sábado, 4 de junio de 2016

Ni Una Menos

El 3 de junio estuvimos en la plaza San Miguel, junto a los compañeros de Octubres San Miguel, La Néstor y Un Nuevo San Miguel.
A continuación el texto que leímos en la plaza y luego fotos (hechas por nuestra fotógrafa, Alejandra Molina y compañeros de La Martina, cuyos nombres figuran en la descripción del álbum, y compañeros de Octubres)   y un breve video.

Hablar de #Ni Una Menos es hablar de las mujeres y nuestra inmensa historia de luchas a lo largo de siglos.
Es hablar de una larga caminata de convicciones y conocimiento, pero también de desencuentros y encuentros.
Esta es una época en la que debemos desarmar falsas ideas instaladas en una sociedad que sigue hablando de nosotras sin preguntarnos, que legisla sobre nuestros cuerpos sin escuchar lo que tenemos para decir.
Mientras luchamos por algo tan básico, como nuestros derechos (que, convengamos, es terrible que tengan que estar escritos en una ley, la 26.485) la publicidad nos muestra como “princesas” preocupadas por el aroma de los pisos y la grasa de la cocina, o como “compradoras irracionales” que corren con la tarjeta en la mano.
Seguimos siendo caricaturizadas y estigmatizadas por el sistema comercial y mediático, la cosificación no ha disminuido, de hecho esta semana el programa de Tinelli, cosificador serial, en su debut, alcanzó los treinta puntos de rating.
A un año del primer Ni Una Menos, los femicidios siguen creciendo, pero además no hemos logrado que se deje de hablar de “crimen pasional” y que se revictimice a las victimas al pretender analizar la “catadura moral” de la mujer asesinada. Cada vez que desaparece una chica se dice que “se habrá ido con una novio” como si los que lo dicen no conocieran las redes de trata y sus vinculaciones.
Se desfinancian los programas de prevención de embarazos y sexualidad responsable, tampoco se visibiliza la cantidad de mujeres que, por la violencia de sus parejas, no acceden a métodos anticonceptivos, porque él sospechará que ella se cuida porque lo engaña. Se conocen casos de mujeres asesinadas por estar embarazadas, porque se juzga negativamente tanto a la que quiere ser madre como a la que no. Si tienen muchos hijos es porque los tienen, si no quieren ser madres es porque no quieren. Tal vez, cuando logremos erradicar el modelo “romántico” de las telenovelas, las películas, la literatura “rosa”, donde la violencia machista está justificada, donde la buena siempre sufre y nos dicen que el amor duele, logremos un cambio sustancial. Cuando no se implante como modelo de libertad sexual la práctica de la sumisión y no se inste a la dominación, porque nadie le pertenece a nadie, veamos una diferencia importante. Porque no queremos más hermanas muertas, porque tenemos derecho a vivir como se nos ocurra sin que nadie levante un dedo acusador e hipócrita ante nosotras.
Sabemos que mañana, después de este encuentro, después de llenar las plazas del país, la realidad no cambiará mágicamente, pero, lo que sí sabemos que nos fortaleceremos y que estamos haciendo conscientes a los que vienen después nuestro, pero también a nosotras mismas.
Sabemos que la justicia sigue siendo patriarcal, machista, conservadora, elitista y seguimos apuntando a que ya no sea así. Porque la justicia debe existir para todas y todos.
Es por esto, porque la violencia machista mata mujeres, pero también daña a los varones (un niño que ve la violencia ejercida sobre su madre lleva ese dolor con él) es que la violencia de género nos atraviesa a todos y todas, en la lucha por la erradicación de la violencia debemos estar unidos. Contenernos, fortalecernos, que no quede sólo en las fotos de las plazas, de las pancartas y los discursos. Hagamos redes, grupos, ayudar y ayudarnos, levantar la bandera de nuestras reivindicaciones de género y no bajarlas, lograr que la justicia nos reconozca y respete, que si debemos legislar aún sobre lo obvio de la soberanía sobre nuestros cuerpos, que así sea y que no se vete.
Todas las luchas que llevamos a cabo fructifican de alguna manera, ni aramos en el mar ni cae la semilla en el cemento, porque seguiremos adelante, como las guerreras independentistas nuestroamericanas.
Seguiremos luchando hasta lograrlo porque somos la esencia de la tierra, porque mujer es lucha y convicción.
Ni una menos!!!
Guadalupe Podestá Cordero, Agrupación Martina Chapanay de Psicólogos Sociales.
Octubres San Miguel
La Néstor
Un nuevo San Miguel




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