Charla organizada en el marco de las Cátedras Fidel
Castro donde se reunió el Foro por la
paz y la unidad de nuestra América (ALBA Movimientos) con representantes de movimientos populares
de Argentina, Cuba, Venezuela, Brasil, Perú, Colombia, Costa Rica y Guatemala. Realizada
en la casa de la amistad Argentino Cubana, donde los referentes de las
distintas agrupaciones de movimientos populares plantearon la problemática
particular de su pueblo que es común a todos las naciones que conforman nuestro
continente, También en la reunión expresaron el más profundo apoyo al pueblo
Venezolano, ante el atropello orquestado
por las derechas foráneas para terminar con las políticas nacionales populares
allí y en todo el continente.
La Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA es
una propuesta de integración continental antiimperialista, antineoliberal y
antipatriarcal, impulsada por movimientos de base social organizada y con
capacidad de movilización popular, que luchan por la igualdad, la libertad y
una auténtica emancipación de la región.
Esta iniciativa tiene como referente el emerger de las
resistencias sociales en los noventa contra los ensayos neoliberales y las
políticas propagadas por el Consenso de Washington, así como la campaña contra
el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Ese proceso motivó la alianza
entre diversos actores en nuestros países y abrió el camino a la superación de
las luchas sectoriales y temáticas para el impulso de la integración desde
abajo, basada en proyectos solidarios entre nuestros pueblos, que representen
una alternativa al capitalismo.
Hoy, el escenario latinoamericano ha entrado en un nuevo
período de disputa. Por un lado, intenta reposicionarse el modelo imperial, a
través de una ofensiva económico-militar, impulsada por administraciones y
sectores plegados a Estados Unidos que, al mismo tiempo que operan contra
gobiernos progresistas y nuestros movimientos, proyectan una integración en
función de la hegemonía del mercado. Esta pretende sostenerse a través de
tratados de libre comercio, de la presencia de transnacionales extranjeras, de
intereses que chocan con la pluriculturalidad de los pueblos y los procesos de
soberanía alimentaria, reforma agraria, economía solidaria y defensa de los
bienes comunes, que tienen lugar en nuestros territorios.
Han surgido, por otro lado, iniciativas que reivindican
la soberanía y la autodeterminación de la región como la Unión de Naciones
Sudamericanas (UNASUR), nacida en el 2008, y más recientemente, en diciembre
pasado, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). Los
movimientos y organizaciones sociales ponderamos estas propuestas que frenan a
organismos como la OEA y al intervencionismo imperial, y continuamos posicionándonos
por que asuman los sentidos y dimensiones de las experiencias emancipatorias
que tienen raíces en los pueblos y se den nuevos pasos hacia un modelo
contrapuesto al proyecto depredador del capital.
En ese camino, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA), que emerge en el fragor de la lucha contra el ALCA, en
2004, cuando los gobiernos de Venezuela y Cuba encaminan acuerdos en los
ámbitos social, económico y político, resulta un mecanismo de integración que
trae consigo una nueva etapa de colaboración solidaria entre nuestras naciones
y aúna, progresivamente, a Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Antigua y Barbuda, San
Vicente y las Granadinas, Dominica y, en la XI Cumbre de Jefes de Estado,
realizada en Caracas en este año, se adiciona Haití. También Honduras
perteneció a esta propuesta integracionista antes del golpe de Estado del 28 de
junio del 2009.
La integración desde abajo: Articulación de Movimientos
sociales hacia el ALBA
Durante la V Cumbre del ALBA, en Tintorero, Venezuela, en
2007, se sugiere la construcción del ALBA, no solo desde la institucionalidad
de los gobiernos, sino a partir de un Consejo de Movimientos Sociales (CMS) de
los países signatarios de este organismo. Sin embargo, los movimientos y
organizaciones sociales decidimos dar un salto propositivo y construir un
espacio más amplio de integración de los sectores populares del hemisferio,
donde tengamos un papel cada vez más protagónico en los cambios que acontecen
en nuestra región.
Aunque el CMS cuenta con nuestro apoyo por su importancia
para la lucha por una América anticapitalista y soberana, es independiente a la
Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA que venimos construyendo y
coordinamos, de forma más autónoma, a partir de una secretaria operativa
provisional, en diálogo con las plataformas nacionales que están conformando
organizaciones y movimientos en nuestros distintos países.
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